¿Qué comer en el mejor restaurante del mundo?

La alta cocina española regresa a lo más alto del panorama gastronómico mundial. El Celler de Can Roca ha sido elegido recientemente el mejor restaurante del mundo. Pero, ¿qué comer en un sitio como éste? Para que vayan abriendo el apetito, a continuación damos las claves de sus dos exitosos menús.

 

La gastronomía española ha recuperado el trono que hace tres años cedió al restaurante danés ‘Noma’. Y es que una vez más, el aclamado ‘Celler de Can Roca’ en Girona se ha alzado recientemente con la victoria que le otorga el prestigioso título de convertirse en el mejor restaurante del mundo. Como cada año, la revista británica Restaurant ha sacado a la luz su lista de galardonados dentro del sector de la alta gastronomía, unos premios que bien pueden ser considerados como los Oscar culinarios.

Si hasta el momento, conseguir cita para comer o cenar en el restaurante de los hermanos Roca -Joan, Josep y Jordi- era complicado, ahora se ha convertido en tarea ‘imposible’. La cola para reservar una mesa se extiende ya hasta el año que viene. Aunque, según cuentan, bien merece la pena dicha espera, pues todo aquel que visita el Celler sale maravillado no sólo por la exquisitez de sus alimentos sino por el ejemplar trato del personal del restaurante.

En la casa de los Roca, fundada en 1986, no hay carta, tan sólo existen dos menús, con un precio de 135 y 165 euros, respectivamente. El más largo y actual es el Festival, que incluye nueve platos y dos postres. Platos que entremezclan la sorpresa, la emoción, la memoria, la técnica y la investigación. Dicho menú se abre con una serie de aperitivos pensados para comer con la mano y de un solo bocado.

Tras esto llegan los platos protagonistas. Destacan, entre otros, la ‘Olivada’, una mousse de aceituna picante con buñuelo de aceituna negra, helado de aceituna manzanilla, pan tostado con aceite, y gelés de hinojo y ajedrea. Producto excepcional es la gamba roja de Palamós en su bisque con velouté de placton, algas y agua de la propia gamba.

Posteriormente llegan las carnes. El turno lo abren mollejas de ternera con mayonesa de nueces al limón o la ventresca de cordero al humo de brasa de encina con berenjena blanca, regaliz y café. Por su parte, el Pato azulón con anguila y manzana, supone una perfecta combinación que se enclava como reina de la caza.

Para rematar, todos los postres cuentan con la firma de Jordi Roca. Destaca una crema de chocolate con leche, helado de mantequilla, crema de praliné y caramelo de chocolate. El disfrute de semejante comida se completa con el buen hacer de los camareros, quienes gentilmente invitan a los clientes a pasar a una salita anexa donde pueden tomar el café acompañado por un completo surtido de dulces bocados.

 

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