De seguro reconocéis una de las escenas más míticas del cine en la que una mujer se mete a la ducha cuando aparece una sombra tras la cortina que la mata a cuchilladas. Hablamos de Psicosis la cinta con la que Alfred Hitchcock llegó a lo alto de su carrera. Ahora, esta película tiene una serie de televisión, Bates Motel, que llegará a su fin este lunes y después de cinco temporadas contando la vida de este chico que, sin quererlo, se volvió un psicópata de cuidado.
¡Alerta Spolier! Durante casi cinco años, la serie desvela como Norman Bates se volvió un asesino y como debe sobrellevarlo. Su madre, Norma, falleció en la penúltima temporada por culpa de su hijo, el cual tenía celos de su padrastro, que es nada más y nada menos que el sheriff del pueblo, Álex Romero. Ahora, Norman debe controlar su mente para que su difunta madre no se meta en él y asesine a más gente. Debemos aclarar que, durante cuatro temporadas, Norma no siempre fue una santa. La psicosis de Norman, en parte, se debe a lo sobreprotegido que lo tenía su madre.
Sin embargo, al morir ella y no tomar el medicamento que le recetó su psiquiatra, Norman está fuera de control y más aún al conocer a la dependienta de la tienda de antigüedades, Madeleine Loomis (Isabelle McNally). Esta chica despierta en Norman sentimientos encontrados, ya que se parece mucho a su madre. Sin embargo, Loomis está casada con un tal Sam (Austin Nichols) que desafortunadamente la engaña con Marion Crane (Rihanna). Sí, es la misma Marion de la película, la que roba el dinero de su banco para fugarse con su amante.
Aquí es donde Psicosis entra en acción teniendo un Plot Twist que seguramente dejó a más de uno con la boca abierta. Como ya sabemos, Marion termina asesinada a manos de Norman, pero en esta ocasión, es diferente. Sam, el marido de Madeline, sustituirá a Marion en esta ocasión. La recreación de esta escena ha sido, sin duda alguna, lo mejor que se ha hecho en la serie y en cuestión de remakes.
Esto ha hecho que la historia tome un giro totalmente distinto y que empaticemos con Norman y su mente manipulada y ahogada con el recuerdo de su madre. Hay que destacar también las interpretaciones de Vera Farminga y Freddie Highmore las cuales son increíbles, poderosas y eficaces a la hora de contar la ida de Norman. Las de otros actores como Max Thieriot y Néstor Gastón Carbonell tampoco son desapercibidas, dando un toque de angustia y drama a la serie.
Esperemos que el final sea tan bueno como la serie en sí y que Bates Motel pase de ser un programa infravalorado a uno reconocido. Y que por un momento de su vida sea la protagonista de los premios más importantes de televisión: Los Emmy.
