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Anni B Sweet juega con las emociones en la Joy Eslava

Anni B Sweet tocando
Anni B Sweet en uno de los momentos íntimos de la noche | Foto de Paula Baldrich Izquierdo
Anni B Sweet tocando
Anni B Sweet en uno de los momentos íntimos de la noche | Foto de Paula Baldrich Izquierdo

Cuando uno escucha el último disco de la malagueña Ana López, más conocida como Anni B Sweet, se da cuenta de que algo ha cambiado con respecto a sus anteriores trabajos. La imagen de cantautora acústica de canciones propias de domingo a la que nos tenía acostumbrados, desaparece en favor de la imagen de una artista de banda, potente y con fuerte personalidad. Así quedó demostrado el pasado viernes 20 de noviembre en la madrileña sala Joy Eslava.

Con un aforo completo, la banda se presentó en el escenario sin la presencia de Anni para tocar una intro con sonidos que se acercaban a un cuidadoso rock psicodélico. Tras este breve prólogo instrumental, la cantante aparecía ante el público vestida para la ocasión: de un negro elegante y sensual. Again fue la canción elegida para presentar su delicada y poderosa voz ante el público. La canción, que pertenece al primer disco, fue interpretada de forma distinta, con más ritmo y velocidad, consiguiendo así alejarla del carácter más triste del tema. De este proceso de cambio tiene gran culpa su último disco, Chassing illusions (2015), al que no tardó en hacer referencia con la interpretación de Begginer Knives, canción con la que fue capaz de transmitir un fuerte carácter a través de su voz.

Inmediatamente después, Anni se giró para cambiar la guitarra acústica por la eléctrica, otra de las novedades en su nuevo disco. Con el nuevo instrumento en sus manos, se dispuso a tocar Onyx Stars, una de las pocas canciones del nuevo álbum que aún recuerdan la filosofía de sus dos anteriores trabajos y se mantiene en ese claro oscuro de sentimientos que supo transmitir a la sala. Una vez finalizada la canción, llegó uno de los primeros contactos de Anni con el público. Como si de Jekyll y Hyde se tratase, aquella chica potente y con fuerza que daba voz a cada canción, se volvía insegura y tímida cuando la música desaparecía. Era como si la guitarra, su voz y su música le dieran el suficiente poder para destruir por unos minutos su confeso nerviosismo.

Entre tanto, el concierto siguió su delicado curso intercalando canciones pertenecientes a sus tres discos. No faltaron temas como Everyone Talks, At home o la casi discotequera Chassing Illusions, la cual salió deteriorada en su interpretación en directo debido a la falta de movimiento del público. Seguramente aún pese demasiado su papel de compositora triste y bailar en sus conciertos aún se perciba como inadecuado e incluso como una falta de respeto.

Concierto Anni B Sweet
Anni B Sweet y su banda en uno de los momentos de la noche |Foto de Paula Baldrich Izquierdo

«¡Qué nervios! Parece mentira. Las manos echan agua, qué asco». El nerviosismo que transmitía en cada presentación y contacto con el público, la hacían más cercana y sincera hasta el punto de enamorar a más de uno y de dos, tal y como expresó un valiente del público al gritar en pleno silencio «¡Anni te quiero!». Una declaración con la que todos nos sentimos identificados aquella noche.

En otra de sus intervenciones, la cantante confesaba que la canción Doctor nace a raíz de algunas pesadillas que tuvo hace mucho tiempo. Al contrario que Dare to love, canción que, en boca de la propia Anni, «trata de volver a sentir las cosas libre, sin miedos, sin complejos». Dos canciones con dos puntos de vista distintos, casi como un reflejo de lo que es la vida, con sus luces y sus sombras.

La lista de canciones iba aumentando, no faltaron Never, la exótica y divertida Oh I Oh Oh I Watch Me Shoot You, con la que consiguió crear una atmósfera discotequera propia de los años setenta y ochenta.

Por supuesto, en un concierto de Anni B Sweet no faltan los momentos cálidos e íntimos. Con Locked In Verses la sala quedó en silencio observando y escuchando a una Anni sola sobre el escenario, bajo el único foco de luz que lo alumbraba y dejándose la voz en cada grito, que perfectamente podríamos entender que fueran de dolor si nos parásemos a escuchar con detenimiento la letra de la canción.

Los momentos álgidos de la noche llegaron con sus dos clásicos, Motorway Take on me. Esta última con especial mención a un público que elevaba la voz en cada una de sus estrofas a la vez que recordaban que con esta canción Anni B Sweet entró en sus vidas por primera vez, motivo más que suficiente para entender la desilusión y la protesta cuando la cantante dejaba caer que quizás iba siendo hora de dejar de tocarla en sus conciertos. Pero bueno, hasta que llegue ese momento reconforta pensar que algo similar lleva diciendo Xoel López con sus canciones de Deluxe y al final todos acabamos gritando aquello de «que no, que no, que no» en cada concierto suyo.

Noni Meyers y Eva Amaral
Noni Meyers y Eva Amaral acompañan a Anni B Sweet y su banda | Foto de Paula Baldrich Izquierdo

Antes de llegar a los bises, la actuación escondía una sorpresa. Eva Amaral y Noni Meyers (Lori Meyers) subían al escenario para acompañar a la cantante en una interpretación de la mítica canción Déjame de Los Secretos. Con un ritmo más lento del habitual, que recordaba a las canciones de los años cincuenta apropiadas para bailar agarrados en cualquier fiesta de graduación americana, la canción llenó la sala de una atmósfera nostálgica y entrañable.

Con la llegada de los bises, Anni aprovechó para presentar a la banda. Seguidamente sonó la mejor canción del nuevo disco, Drive. Con un sonido demoledor y perfecto, la versión en directo superó a la de estudio. Para terminar, la cantante recordaba lo importante que es Madrid para ella y decidía cerrar la actuación con Monsters, una posible declaración de intenciones en donde la cantante tal vez pretende recordar su personalidad a quienes se han dejado obnubilar por la imagen creada a raíz del nuevo disco. Terminada la canción, el grupo se despide entre aplausos, se baja el telón y seguidamente comienza a sonar The End de The Doors y con la desgarradora voz de Jim Morrison de fondo me doy cuenta de que aquella chica malagueña que vino a Madrid para estudiar arquitectura, ahora es capaz de construir una estructura sólida de ilusiones y delicadas emociones en cada una de las personas que acuden a conciertos como el de esta noche.

Anni B Sweet
Anni B Sweet

 

Guillermo Chaparro Terleira

"No es trabajo del artista darle al público lo que quiere. Si el público supiese lo que necesita, no serían público, serían artistas. Es trabajo del artista darle a su público lo que necesita: darle verdad."
Alan Moore

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